Quería compartir con este blog esta entrañable foto. Para mí, y para los que han jugado conmigo, el baloncesto siempre ha sido algo más que un juego para convertirse en una forma de enfrentar la vida. El objetivo se resumía en poner todos los medios para jugar lo mejor posible que puedes jugar dentro de tus posibilidades. Esto supone la verdadera esencia del juego y el verdadero sentido de la victoria y que puede aplicarse a cualquier otro campo de la vida. En un mundo por el que pasamos y en el que hagamos lo que hagamos lo tendremos que dejar algún día, merece la pena disfrutar de las cosas que te gustan y comprender que las cosas tienen la importancia que uno les da. Esto se confirma en el hecho de que lo que para ti es importante puede no serlo para otros y viceversa.
En este sentido, a las horas que hemos pasado entre dos canastas siempre les he dado mucha importancia. Yo, y los que conmigo han estado, hemos tenido que pasar por muchas horas de trabajo y de sacrificio personal... muchas veces no recompensadas pero que en contadas ocasiones te hacen sentir el más grande. Para los que hemos compartido estas miserias y estas grandezas, cuando nos reencontramos es difícil, por no decir imposible, espresar lo que sentimos.
A la suerte de poder jugar con Coco, esta tarde se ha unido la de poder jugar en contra de unos amigos a los que entrené durante muchos años... espero que no sea la última.
1 comentario:
También es un placer para mí.
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