Escalada

Feliz año nuevo, gente! Espero que no se os atragantase ninguna uva!

Para empezar bien el año, este domingo nos fuimos a escalar a montserrat, a una zona llama el 'Vermell del Xicarró'. Como la previsión no decía nada de estar a 20 grados, preferimos no subir al ripollés por no pasar frío... y al final terminamos escalando sin camiseta!

En fin, que con agua suficiente para llenar una piscina olímpica, el material, los mueslis y el perro nos fuimos para sector. El paseo que hay que dar desde el coche hasta la pared no está mal: te recorres un par de sectores al pie de la pared por un caminito estrecho, pasas por una especie de túnel entre dos piedras enormes, luego junto a una cueva inmensa y acabas en la pared de enfrente.

Y echamos el día pared arriba, pared abajo, hasta que los pies empezaron a matarme y me conformé con asegurar. La verdad es que sólo intenté vías teóricamente asequibles, pero es que me dio un pelín de flojera cuando vi la longitud que tenían algunas y estoy en una pésima forma física. ¡Maldito trabajo que no me deja días libres para escalar más! Sin embargo, disfruté como un enano con la chimenea y las fisuras de la foto. Es la pared donde están las vías 33-35 de las reseñas que os he enlazado.

Como al compañero de cordada le estaba saliendo todo (en la foto de la izquierda se le ve tras encadenar un 6b+ sin nombre -#33 en la reseña-), nos emocionamos y casi se nos hace de noche recogiendo el material. Supongo que es menos penoso ir casi a oscuras hasta el coche si estás contento. Aunque pillar caravana a la vuelta, cansado y pensando en que tenía que ir a currar al día siguiente casi me estropean el karma.

Si encuentro otro rato, prepararé otro post con la acampada-escalada que hice en noviembre. ¡Me encanta el berguedà!